martes, 11 de enero de 2011

Mitos

¿Habéis oído hablar de la "Niña de la Curva"? ¿O el famoso programa en el que un ingenuo cantante se escondía en un armario y sorprendido observó un incidente protagonizado por una joven, un perro y un bote de nocilla?

Si nos remontamos a la antigua Grecia, su historia nos abruma con su apasionante mitología.






O incluso puede que mucho más cerca, en nuestras propias familias, haya mitos que actúan de manera inconsciente pero aún así guían nuestra forma de actuar.




Mitos, leyendas urbanas...


Es interesante hablar de ellos y entender para qué los utilizamos. En el caso del tabaco es evidente que te aferras a esto para no dejar de fumar, es una manera de protegerte.



Dos de las más extendidas y populares son...



Al dejar de fumar se engorda.


Una idea muy extendida para decidir no dejar de fumar. En realidad cuando una persona decide abandonar el tabaco pueden pasar varias cosas: que aumente de peso, que adelgace o que se quede igual.



El aumento de peso puede tener varias explicaciones. Para empezar, diversos estudios científicos han demostrado que las personas cuando fuman pesan una media de dos kilos menos de su peso real. Aunque lo habitual no es aumentar de peso.


Sin embargo hay personas que usan el tabaco como sustitutivo de la comida, es decir, cuando les entra hambre usan los cigarrillos para no comer. Si ése es tu caso, podrás aumentar ligeramente de peso y leyendo mi blog encontrarás trucos para controlar el hambre.


También se redescubre el sentido del olfato y el gusto por lo que la comida es más apetecible. Si tras abandonar el tabaco sientes más hambre del habitual, no debes preocuparte ya que en una o dos semanas volverás a recuperar tu apetito normal.



Como he dejado de fumar estoy mucho más irritable.



Se suele decir del exfumador que desde que lo dejo está que "muerde" y que sólo puede volver a recuperar su buen carácter cuando vuelva a fumar. Evidentemente esto es totalmente falso. Las personas que dejan de fumar de golpe, si pueden notar el síndrome de abstinencia (intranquilidad, malestar general...) pero esto sólo dura un par de semanas como mucho.





Aquellos que deciden dejarlo progresivamente no se ven afectados por esto.



Hay que tener en cuenta que en ocasiones las personas descubren que con una actitud más agresiva obtienen mayores beneficios que siendo más pasivos por lo que explotan así el mito de la irritabilidad.



Al estar tan extendido puede que tu entorno, achaque cualquier enfado o reacción normal a este hecho, simplemente hay que explicarles que eso no es así, hablar de cómo te sientes y que no quieran influir sobre tu estado anímico, decidir por ti como te sientes.



Una de los aspectos positivos que tiene no fumar, es precisamente el contrario. Al no someter a tu organismo a una sustancia excitante, estas más tranquilo y sosegado. Se acabo esa relación de dependencia. ¡Bienvenido a un mundo sin malos humos!




(*) "La fragua de Vulcano" de Velázquez. 1630

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